¡Lo hiciste! ¡Volviste a hacerme reír otra vez! La realidad de Tu presencia y de Tu voz me recreó. El gozo volvió a llenar mi alma y a refrescar mis huesos.
He conocido que No cederás ni un paso hasta tener todo de mí, conozco que no te rindes, ni tienes miedo.
He visto que avanzas sin mirar atrás, y así como el fuego sigue hacia adelante y no vuelve atrás, así eres Tú. Consumes todo lo que tocas y haces vivir a todo aquel que se expone delante de Ti.
He experimentado ese amor, que te impulsa a cabalgar para venir hacia mí para llevarme a la profundidad de tu grandeza, donde soy expandida en Tu esplendor.
He conocido que es bueno adorarte porque te enlazas conmigo y me consumes, en esa fusión del amor apasionado que tienes por mi…es necesario hacerlo, pues así nos fundimos y somos Uno, Tu y yo Somos Uno.
“Me mostrarás el camino de la vida, me concederás la alegría de tu presencia y el placer de vivir contigo para siempre.”
Salmos 16:11